La enseñanza y el trabajo con los números enteros, lleva aparejada una complejidad que no es fácil de tratar en el aula. Los estudiantes no logran asimilar del todo su funcionamiento, por lo tanto, esto es un problema que se arrastra a lo largo de su escolaridad, y los docentes realizamos variados intentos por lograr establecer relaciones que no funcionan en su totalidad y que, a lo largo de su trayecto, dificultan aún más su comprensión. Luego de unos años de estudiar y analizar una nueva propuesta en el grupo de investigación, comprendimos que uno de los inconvenientes principales estaba en que no se aborda su enseñanza en el contexto en el que realmente tienen sentido los números con signo, el álgebra. Además, el fuerte del trabajo estaba en que los estudiantes eran quienes debían interactuar con las tareas y ellos mismos ir generando sus propias estrategias de cálculo y que luego, junto al docente, terminarían formalizando en reglas que se cumplen para su correcta utilización.